lunes, 4 de mayo de 2009

Las Malvinas

Guerra de las Malvinas

La Guerra de las Malvinas fue un conflicto armado entre Argentina y el Reino Unido ocurrido en las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982 por la soberanía sobre estos archipiélagos australes tomados por la fuerza en 1833 y dominados desde entonces por el Reino Unido. Sin embargo, la Argentina los sigue reclamando como parte integral e indivisible de su territorio, considerando que se encuentran ocupados ilegalmente por una potencia invasora y los incluye como parte de su provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.El saldo final de la guerra fue la reocupación de los tres archipiélagos por parte del Reino Unido y la muerte de 649 militares argentinos, 255 británicos y 3 civiles isleños. En Argentina, la derrota en el conflicto precipitó la caída de la junta militar que gobernaba el país. Por otro lado se sostiene que la victoria en el enfrentamiento permitió al gobierno conservador de Margaret Thatcher lograr la reelección en las elecciones del año 1983. AntecedentesLas islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur son tres archipiélagos situados en el Océano Atlántico, frente a las costas argentinas, que constituyen un dominio colonial británico desde su ocupacion en 1833.No obstante, desde su ocupación en 1763 fueron motivo de conflicto entre el Reino Unido, Francia y España, y después entre el Reino Unido y la Argentina, que al considerarse heredera de los derechos españoles sobre el territorio, ejerció en éste su soberanía efectiva hasta que se produjo la invasión británica. Cabe destacar que en 1766 Francia reconoció la soberanía española sobre las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y que en el marco de los acuerdos llamados Convenciones de Nutka o de San Lorenzo, el Reino Unido reconocía la soberanía hispana en los archipiélagos del Atlántico Sur próximos al continente americano a cambio de asentarse en la isla de Nutka.En 1776, cuando se creó el virreinato del Río de la Plata, las islas Malvinas se incluyeron en el territorio de la gobernación de Buenos Aires.
Sólo uno de estos archipiélagos, las Islas Malvinas, tiene población civil propia permanente. Generalmente de origen escocés, esta comunidad se considera a sí misma británica y apoya la permanencia de la posesión británica de las islas. Los otros dos están ocupados, esencialmente, por personal científico. En 1965 Argentina consiguió que la Asamblea General de la ONU aprobase la resolución 2065, calificando la disputa como un problema colonial y urgiendo a las partes a negociar una solución; no obstante, las negociaciones resultaron infructuosas durante los siguientes diecisiete años. De todas formas, las relaciones entre Argentina, el Reino Unido y los habitantes de las islas hacia finales de la década del 60 y principios de la década del 70 fueron en general muy buenas.Tal es así, que durante gran parte de los años previos a la guerra, semanalmente operaba un vuelo entre la Argentina y Puerto Stanley, del cual los isleños dependían fuertemente para su provisión y hasta la atención médica compleja. Incluso la pista de aterrizaje original de Puerto Stanley fue construida por la Fuerza Aérea Argentina hacia principios de la década del 70. Relevancia de las islasEn otro tiempo en las islas existían importantes puestos balleneros, pero la gradual desaparición de numerosas especies de ballenas en los mares australes y los profundos cambios en el negocio aceitero hicieron que la relevancia económica de la actividad se redujera dramáticamente. El interés por el archipiélago obedece fundamentalmente a cuatro causas:1. Para la Argentina, las Malvinas son un territorio irredento cuya recuperación es una causa nacional que une a todos los argentinos. 2. La posesión de territorios adyacentes a la Antártida puede otorgar derechos sobre este continente en futuras negociaciones relacionadas con el mismo. 3. El control de este archipiélago entrega una posición estratégica a su ocupante sobre el cruce austral y su tráfico marítimo. 4. Numerosas investigaciones confirman yacimientos de crudo en la plataforma continental en la que se encuentran las Malvinas. La plataforma es además una rica pesquería. La decisión de atacarA principio de los años 1980, el modelo económico de la Junta militar se agotó, con las subsiguientes tensiones sociales: 90% de inflación anual, recesión profunda, interrupción de buena parte de la actividad económica, generalización del IVA, empobrecimiento de las clases medias, brusco aumento del endeudamiento externo de las empresas y del Estado, salario real cada vez más depreciado, aumento de la pobreza y sus lacras, etc. La sustitución del jefe de la Junta Jorge Rafael Videla por el general Roberto Viola y luego éste por el general Leopoldo Fortunato Galtieri es indicativa de esta crisis económica, social y política, y el momento en que la decisión de recuperar las islas se pone en marcha con objeto de recuperar el crédito perdido entre los sectores sociales sensibles a este discurso patriótico. Esta decisión se basó en los siguientes presupuestos políticos y militares:1. Naciones Unidas se había adherido firmemente a la doctrina de la guerra justa mediante la aprobación por grandes mayorías de las resoluciones 2131 (1965), 2326 (1967), 2908 (1972), 3281 (1974) y 3314 (1974), que reconocían explícitamente la legitimidad de las guerras de liberación, de autodeterminación, contrarias a la opresión racial, etc. Amparada en este antecedente legal, la mención a una hipotética recuperación de las islas por la vía armada había estado presente en el discurso diplomático bilateral desde 1972. 2. Entre 1981 y 1982, varias acciones del gobierno británico fueron interpretadas por la junta militar argentina como señales de desinterés por el archipiélago, sus habitantes y su futuro: ? Debido a recortes presupuestarios, el ministerio de defensa británico decidió prescindir de sus dos portaaviones , sus dos buques de desembarco de tropas y del patrullero antártico HMS Endurance, llamado por los británicos «el guardián de las Islas Falkland». Varios periódicos argentinos llegaron a afirmar que el Reino Unido abandonaba la protección de las Islas Malvinas. En el mismo sentido, los representantes malvinenses en Londres expresaron su profunda preocupación por el inminente desarme. ? Motivada por causas racistas, la nueva ley de nacionalidad aprobada por el parlamento británico relegaba a la mayoría de los nativos malvinenses a una segunda categoría y les negaba la ciudadanía completa. 3. La guarnición británica en las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur era reducida, y la lejanía a la metrópoli impedía la llegada de refuerzos a tiempo. 4. La capacidad de guerra anfibia del Reino Unido a medio mundo de distancia no parecía estar a la altura de las circunstancias, pese a su gran poderío aeronaval. 5. No parecía probable que el Reino Unido realizara un contraataque a gran escala, afectando al territorio continental argentino —por ejemplo, usando sus submarinos nucleares— por una cuestión colonial sobre unas islas remotas. No obstante, la Junta no tuvo en cuenta elementos geopolíticos y diplomáticos esenciales a la hora de tomar tal decisión:1. Existen numerosos conflictos fronterizos en el mundo. En el contexto de la Guerra Fría, no era probable que la comunidad de naciones viera con buenos ojos la resolución violenta de uno de ellos, pues eso podría legitimar y desencadenar un racimo de guerras regionales en los cinco continentes. 2. En el contexto de la Guerra Fría, Estados Unidos daba más importancia a la OTAN, concebida directamente para detener a la URSS, que al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca más orientado para contener al comunismo en América del Sur y percibido como de interés secundario por Washington. 3. Una dictadura de extrema derecha no podía esperar el apoyo de la URSS ni de ninguno de los países alineados con ella o influenciados por ella, ni tampoco de la mayor parte de democracias occidentales, donde las graves violaciones de los Derechos Humanos cometidas por la Junta ya eran del dominio generalizado de la opinión pública. 4. La Junta subestimó, además, las estrechas relaciones entre Estados Unidos y el Reino Unido que trascienden del marco de la OTAN. 5. El Reino Unido es miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, con derecho a veto. 6. La Junta subestimó la importancia que tiene para la credibilidad del Reino Unido el mantenimiento de los lazos constitucionales con la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth). Ni se consideró la voluntad británica de defender los derechos democráticos de los isleños. 7. 1982 era año electoral en el Reino Unido. Si en algún momento estuvo en duda responder o no, la proximidad de los comicios impedía que una humillación así fuera sometida a negociaciones. En una encuesta de Gallup realizada a pocos días del inicio de la guerra, el 28% de la población británica declaró que "el asunto de las Malvinas" iba a ser su elemento fundamental de decisión de voto. 8. La Junta subestimó el potencial y la habilidad militar de la que por tres siglos fue la armada más poderosa del mundo, y particularmente la capacidad de algunos de sus elementos sustanciales. 9. La Armada Real Británica se encontraba próxima a radiar de servicio al 70 por ciento de su flota, lo que hubiera dificultado su contraataque o incluso su eventual victoria sobre las Fuerzas Argentinas. 10. Se estaban llevando a cabo numerosas acciones diplomáticas que tenían posibilidades de acabar en una soberanía argentina sobre las islas. La pista de aterrizaje de las Malvinas había sido construída con capitales argentinos, e YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales) era quien abastecía de combustible a las islas. Con este análisis erróneo, el gobierno argentino diseñó un plan para la recuperación militar de los tres archipiélagos en disputa llamado Operación Rosario, alterando el statu quo por la vía de los hechos. La operación fue creada a finales de 1981 y principios de 1982 por el Almirante Jorge Isaac Anaya, miembro de la Junta presidida por Galtieri. La Operación RosarioLa Operación Rosario consistía en una serie de acciones de intensidad creciente encaminadas a la recuperación argentina de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur que se ejecutarían en sentido inverso, iniciándose de la manera más discreta posible y culminando con la toma del archipiélago de las islas Malvinas y de su capital, Puerto Argentino/Stanley mediante un asalto directo. La Junta logró mantener en secreto el plan de Anaya hasta apenas 48 horas antes del inicio de las hostilidades. La última Thule del SurYa el 18 de marzo de 1977, la Armada Argentina había establecido la estación científica Corbeta Uruguay en la isla Morrell, en el archipiélago de las Sandwich del Sur, y llevaba operándola desde entonces. Esta instalación tuvo gran repercusión en la prensa argentina, pero el Reino Unido había optado por ignorarla considerándola irrelevante. Las causasEn septiembre de 1979 el empresario argentino Constantino Davidoff, especializado en negocios con chatarra, firmó un contrato con la empresa Christian Salvensen de Edimburgo (Reino Unido), adquiriendo instalaciones balleneras abandonadas en las islas Georgias del Sur.Davidoff gestionó en la Embajada británica de Buenos Aires el servicio del buque Endurance a fin de transportar a las Islas el personal y equipos necesarios para desmantelar las instalaciones, pero como su pedido no fue aceptado, la Armada Argentina llevó a cabo la tarea.El empresario comunicó a la Embajada británica su viaje al archipiélago de Malvinas y en diciembre de 1981 zarpó con destino a las Georgias, a bordo del rompehielos ARA Almirante Irízar (Q-5). El 19 de marzo de 1982, Davidoff regresó al lugar en el ARA Bahía Buen Suceso (B-4) en donde se produjo el izado de una bandera Argentina en las islas. El Foreign Office ordenó el envió del Endurance con el objetivo de obligar a los operarios a arriar la bandera y evitar el desembarco del personal.El 21 de marzo, luego de que zarpara el ARA Bahía Buen Suceso (B-4) dejando el grupo de Davidoff en tierra para seguir con sus tareas, se solicitó al gobierno argentino desalojar a los operarios allí apostados.Después que la Junta Militar enviara al ARA Bahía Paraíso (B-1) a Georgias para evitar que los marines ingleses del Endurance desalojaran por la fuerza a los trabajadores argentinos, se sucedieron una serie de reuniones y conversaciones de alto nivel mandatario a fin de suavizar el tono de la negociación diplomática.El 26 de marzo el comité Militar argentino resolvió prestar apoyo y proteger al citado grupo de ciudadanos. A tal efecto fueron destacadas al lugar varias unidades de la flota de guerra argentina; entre ellas, el ARA Bahía Paraíso (B-1) con 200 infantes de Marina a bordo.Durante las horas subsiguientes, las noticias procedentes del sur daban cuenta de un inusual movimiento de buques de guerra de la Armada Argentina en el Atlántico Sur.En vísperas del 2 de abril, mientras la guerra estaba por comenzar, seguían las tareas de desmantelamiento de la paralizada planta ballenera. El desembarco en las islas MalvinasEl 26 de marzo, una importante fuerza naval argentina había abandonado Puerto Belgrano bajo la apariencia de disponerse a realizar unas maniobras con la flota uruguaya. Sin embargo, ponen proa a las Islas Malvinas aunque el mal tiempo los retrasa. El día 30, la inteligencia británica notifica al gobernador Rex Hunt que la amenaza es real y que se espera la invasión para el día 2 de abril. Hunt reúne a sus pocas tropas y les encomienda la defensa de las islas. En la mañana del 1 de abril, apagan el faro e inutilizan el pequeño aeropuerto local y sus radiobalizas.A las 21 del 1 de abril de 1982, 84 comandos anfibios y buzos tácticos de la Armada Argentina bajo el mando del Capitán de Corbeta Guillermo Sánchez-Sabarots abandonan el destructor ARA Santísima Trinidad y desembarcan en Mullet Creek sobre las 23:00 horas. A esa misma hora, el submarino ARA Santa Fe hace superficie y libra a otros diez buzos tácticos para colocar balizas de radionavegación y ocupar el Faro San Felipe. Cuando el ARA Santa Fe emerge es detectado por el radar de navegación del buque costero Forrest dando inicio a las hostilidades.A la 1:30 horas del 2 de abril, los hombres de Sánchez-Sabarots se dividen en dos grupos. El primero, comandado por él mismo, se dirige a los barracones de la infantería de marina británica en Moody Brook para atacarlos. El segundo, bajo el mando del Capitán de Corbeta Pedro Edgardo Giachino, avanza hacia Puerto Argentino con objeto de tomar las oficinas del Gobernador y capturarlo. Pero los británicos, sobre aviso, han evacuado los barracones y están desplegados en posiciones de combate para defender la localidad.A las 5:45 horas, la partida de Sánchez-Sabarots abre intenso fuego automático y de granadas sobre los barracones donde suponen a los Infantes de Marina Británicos. A los pocos minutos, descubren que nadie devuelve el fuego. El ruido, por el contrario, alerta al mayor Norman de que los argentinos han llegado.Pero el grupo de Giachino observa refuerzos preparados para rechazar el ataque. Evitándolos, se dirige directamente a la residencia del gobernador, con intención de atacarla por la puerta trasera. Entran al anexo de los sirvientes, donde están atrincherados tres Marines Reales. Se abre fuego. Giachino cae gravemente herido junto a dos suboficiales; el resto de sus hombres se repliegan, aunque mantienen un firme asedio sobre la sede del gobierno británico, disparando desde una posición elevada ubicada al sur de la misma. Los constantes cambios de posición de los comandos y el uso de granadas de aturdimiento hacen creer a los defensores que están bajo el ataque de una fuerza numéricamente muy superior a la real, lo cual resultará decisivo para obtener su rendición. Pedro Giachino morirá después, convirtiéndose así en la primera baja de la Guerra de las Malvinas. Por esta acción el Capitán Giachino recibe la Cruz al Heroico Valor en Combate.A las 6:20 horas, el ARA Cabo San Antonio libra la compañía E de vehículos anfibios LVTP-7 y LARC-5 del 2º de Infantería de Marina, orientándose con las balizas que han colocado los buzos tácticos del ARA Santa Fe. La primera oleada, bajo el mando del Capitán de Corbeta (IM) Hugo Santillan, llega a tierra y toma la dirección del aeropuerto. La compañía D desembarca poco después para ocupar el faro.Cuando la compañía E llega a las proximidades del viejo aeropuerto, sufre el primer ataque de la infantería de marina británica. Un blindado LVTP-7 es averiado por disparos de una ametralladora, pero la tripulación resulta ilesa. El Contraalmirante Busser, responsable del desembarco, comienza a preocuparse: las tropas blindadas aún no han entrado en contacto con los comandos, y la resistencia británica es más intensa de lo esperado. Ordena que una compañía del Batallón de Infantería de Marina 1 con lanzacohetes de 105 mm sean transportados a la costa.A las 8:30 horas, el gobernador Hunt y el mayor Norman, debaten qué hacer. Se sugiere dispersarse por el interior para iniciar una guerra de guerrillas, pero finalmente, creyéndose rodeados por un batallón de Infantería de Marina, deciden que este plan de acción no tiene sentido. Hacen traer a Héctor Gilobert, un argentino residente de las islas al que consideran un espía, y le encargan negociar el alto el fuego. A las 9:30 horas, el gobernador Hunt rinde las islas Malvinas al contraalmirante Busser. Ciento cuarenta y nueve años de dominio colonial han terminado. Un avión de transporte militar argentino lleva a Hunt a Montevideo, desde donde se dirigirá a Londres.Sin embargo, en las islas Georgia del Sur los británicos no aceptan la rendición, que les es retransmitida desde el ARA Bahía Paraíso. Cuando en la mañana del día 3 las fuerzas argentinas tratan de tomar Grytviken, los 22 infantes de marina británicos reaccionan. No sólo derriban el helicóptero Puma del Comando de Aviación del Ejército Argentino, sino que averían a la corbeta misilística con denso fuego de infantería y un lanzacohetes Carl Gustav cuando intenta aproximarse a la población. El cabo Guanca, y los conscriptos Mario Almonacid y Jorge Águila resultan muertos y otros heridos. Interviene el Alouette del COAN, que artillado ataca a las posiciones inglesas. Finalmente, la P-2 logra alejarse y —aunque tiene inutilizado su cañón principal de 100 mm— dispara una salva con el de 40 mm contra las posiciones británicas. Ante este hecho, con un marine herido en un brazo y con los conscriptos infantes argentinos aproximándose, los Marines Reales deciden rendirse. Sin embargo las fuerzas argentinas desistieron de atacar la base de la Isla Bird, permaneciendo allí y en Bahía Schlieper, Glaciar Lyell y Bahía Saint Andrews, 15 británicos que se mantuvieron fuera del control argentino hasta el retorno británico a las islas.Pasado el mediodía del 3 de abril de 1982, la bandera argentina ondea sobre las islas Malvinas, las islas Georgias del Sur y las islas Sandwich del Sur. Se suceden grandes manifestaciones de alegría patriótica por toda la Argentina. La recuperación de las islas por Argentina y la reacción británicaLa recuperación de las islas Malvinas por parte de las Fuerzas Armadas Argentinas no fue una acción brutal. Generalmente respetaron a la población local, si bien practicaron los correspondientes cambios de topónimos por sus versiones argentinas, instauraron el español como lengua oficial y, entre otros cambios, modificaron el código de la circulación vehicular para que se condujese por la derecha en vez de por la izquierda.El público del Reino Unido se encendió ante las imágenes de unos «soldados tercermundistas» apuntando a sus compatriotas rendidos en el suelo, disparando un sentimiento patriótico que cambió la configuración política de su país.El gobierno de Margaret Thatcher estaba entonces muy debilitado. Sus duras medidas sociales de corte neoliberal, recientemente puestas en marcha, suponían un constante enfrentamiento con amplias capas de la población británica. Francis Pym, su ministro de Asuntos Exteriores, no veía con buenos ojos un conflicto con la Argentina por la posesión de unas islas remotas en el Atlántico Sur. No obstante todo ello, el 3 de abril el Reino Unido logró que la ONU aprobara la resolución 502, exigiendo a la Argentina que retirara sus tropas de los archipiélagos ocupados como condición previa a cualquier proceso negociador. El Reino Unido también cortó todas las relaciones comerciales con la Argentina, y comenzó a buscar aliados diplomáticos con un éxito mucho mayor al de la Junta.Durante el conflicto bélico, y a raíz de la inmediata ruptura de las relaciones diplomáticas entre ambos estados beligerantes, el Perú representó los intereses diplomáticos de la Argentina en el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y, a su vez, Suiza representó los intereses diplomáticos de Gran Bretaña en la Argentina. Así, los diplomáticos argentinos destacados en Londres, se convirtieron en diplomáticos peruanos de nacionalidad argentina y los británicos en Buenos Aires, diplomáticos suizos de nacionalidad británica. Durante el transcurso del conflicto bélico, el acoso del Servicio de Inteligencia británico a la Embajada peruana en Londres y a sus funcionarios diplomáticos fue tal que originó como respuesta mensajes de distracción.Para el 9 de abril, el Reino Unido había logrado el pleno apoyo de la Comunidad Económica Europea, la OTAN, la Mancomunidad Británica de Naciones y la ONU. Surgen propuestas de paz por parte del Secretario General de las Naciones Unidas, el peruano Javier Pérez de Cuéllar, y del Presidente Peruano Fernando Belaúnde Terry. Se supo después que Perú, no sólo apoyó a Argentina diplomáticamente sino también militarmente, con acciones de inteligencia, pertrechos militares y medicinas. Perú fue uno de los pocos aliados de Argentina que la apoyó abiertamente durante el conflicto.Pero ya el día 30 de marzo, cuando se hizo obvio que la invasión era inminente, el Gobierno británico había ordenado que el destructor HMS Antrim, seguido de otros dos buques de superficie y tres submarinos nucleares, se dirigieran a las islas Georgias del Sur para apoyar al HMS Endurance. El resto de unidades de la marina británica se puso en alerta de cuatro horas.Alexander Haig, Secretario de Estado de Estados Unidos, recorrió miles de kilómetros intentando evitar la guerra entre dos firmes aliados. No tuvo éxito. La URSS, por su parte, se dedicó a observar el devenir de los acontecimientos con alegría disimulada: dos fuertes aliados de los estadounidenses, ambos con gobiernos de derecha —una democracia y una dictadura—, se enfrentaban irremisiblemente. Moscú era consciente de que, más pronto que tarde, Washington tendría que decantarse por uno de los dos. Hacerlo implicaba romper la OTAN o romper el TIAR. Cualquiera de las dos opciones resultaba beneficiosa para los soviéticos.En efecto, la neutralidad era imposible. Hacia finales del mes de abril el presidente estadounidense Ronald Reagan se decantó por los «primos» británicos y por la OTAN. Al hacerlo incumplían el TIAR, aplicable en casos de guerra, para favorecer a un miembro de la OTAN. Su unilateralidad, en vez de mantener neutralidad por pertenecer a dos tratados de defensa, le valió el descrédito internacional por flagrante incumplimiento de los tratados. Tanto la URSS como Cuba criticaron a Estados Unidos por este abandono del más débil, y Castro llegó a ofrecer su apoyo a la Junta Militar argentina.Existe una visión de los hechos que considera que Chile, por su parte, al optar por apoyar a Gran Bretaña, incumplió también su compromiso con el TIAR alejándose de uno de sus postulados permanentes de política exterior cual era la intangibilidad en el cumplimiento de los tratados internacionales. Este hecho fue, según esta visión, el producto de unas relaciones muy estrechas cultivadas[cita requerida] desde años con Gran Bretaña en el ámbito de la marina a lo cual se agregan unas relaciones especialmente delicadas entre la Argentina y Chile que llegaron en 1978 a una situación pre bélica por el contencioso sobre el Canal del Beagle.La visión de los hechos desde Chile puede haber sido otra:1. Por una parte era considerado oficialmente como enemigo de Argentina8 2. En 1978 las fuerzas armadas argentinas habían puesto en marcha (y abortado) la Operación Soberanía destinada a ocupar militarmente las islas al sur del Canal Beagle e invadir el territorio continental de Chile si se estimase conveniente. 3. Las relaciones diplomáticas con el Reino Unido se encontraban en pésimo estado debido a las violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura. En especial el uso de aviones de fabricación inglesa para el bombardeo de La Moneda tuvo como consecuencia la negación de los estibadores británicos a trabajar en la carga de 4 aviones a Chile, los que debieron emprender el viaje volando desde Inglaterra a Chile. 4. Las torturas cometidas contra la doctora inglesa Sheila Cassidy habían empeorado aún más las relaciones entre ambos gobiernos. 5. El Conflicto del Beagle aún continuaba candente, Argentina se negaba a aceptar la propuesta papal de 1980 y seis semanas antes del comienzo de la guerra había provocado un incidente con Chile frente a la Isla Deceit con el ARA Gurruchaga. De hecho una de las razones invocadas para la no participación de la marina argentina y de fuerzas profesionales en la guerra fue la necesidad de su posterior utilización en el conflicto con Chile Las razones formales aducidas por el gobierno chileno al abstenerse, junto a EE. UU., Colombia y Trinidad y Tobago en la votación del TIAR9 fue el incumplimiento de parte de Argentina de la resolución 502 de las Naciones Unidas. La razón de fondo puede haber sido que la política exterior de la junta militar argentina se había vuelto imprevisible y que este nuevo ímpetu de recuperación de la soberanía argentina podía llegar hasta las fronteras chilenas reconocidas por el multilateral Laudo Arbitral de 1977, pero que la Argentina había declarado nulo en forma unilateral. Chile no podía apoyar una agresión que más tarde se podía volver contra sí mismo. Por esta razón las pésimas relaciones entre Chile y Gran Bretaña se tornaron en cooperación.Desde los últimos días de abril, el Reino Unido contó con todo este apoyo diplomático, con inteligencia satelital estadounidense, con las últimas versiones de armamento estadounidense (AIM-9L Sidewinder, Stingers, etc) y con datos tecnológicos esenciales de lo que se consideraba —y se demostraría— el arma más peligrosa de los argentinos: los misiles antibuque Exocet de fabricación francesa. Hay dos versiones sobre la conducta de los misiles Exocet: 1°) el Reino Unido accedió a las claves para desactivarlos en la fase de operación, salvo los introducidos desde la república del Perú. 2°) no obstante la detallada información suministrada por el constructor Aérospatiale sobre las características de los Exocet y específicamente sobre su sistema de puntería final resultaron inútiles: este misil resultó ser tan peligroso como se temía y en ningún momento de la guerra se pudieron establecer contramedidas eficaces contra él.No hubo declaración oficial de guerra por ninguna de las dos partes, pero conforme avanzaba el mes de abril, estaba claro que ambos países iban a entrar en guerra. La Operación CorporateEl 2 de Abril de 1982 Argentina ocupan militarmente las islas Malvinas, mediante la exitosa Operación Rosario.La reacción del Reino Unido fue una inmediata respuesta militar lanzada el 21 de mayo de 1982. La ciudad capital de las Islas, Puerto Argentino fue finalmente tomada por las fuerzas Británicas nuevamente el 14 de Junio de 1982. Volviendo a las islas al status previo a la invasión Argentina.Operación Corporate fue el nombre dado a la operación Británica para retomar posesión de las islas Malvinas en 1982. El día 2 de mayo, fuera de la zona de exclusión, el submarino británico Conqueror torpedeó y hundió al crucero “General Belgrano”: allí murieron 323 de sus tripulantes. Unos días después, aviones argentinos devolvieron el golpe: lanzaron un misil Exocet que hundió al crucero “Sheffield”. Los ingleses desplazaron sus barcos al Estrecho de San Carlos, que separaba ambas islas, y finalmente desembarcaron al Noroeste de Isla Soledad, el 21 de mayo. Durante muchos días, la aviación argentina bombardeó tenazmente los barcos británicos pero no pudo impedir el desembarco.Las fuerzas británicas avanzaron rumbo a Puerto Darwin, donde se produjo la violenta batalla Pradera del Ganso entre el 27 y el 28 de mayo. Murieron 55 argentinos. Entre el 10 y el 14 de junio, fecha de la rendición, se produjeron feroces combates en muchos de los cerros que rodean Puerto Argentino: Monte Longdon, Monte Two Sisters, Wireless Ridge, Monte Tumbledown. Fueron breves pero duros enfrentamientos en malísimas condiciones climáticas, en general por la noche y luego de demoledores bombardeos desde tierra, mar y aire. Pero las condiciones informativas descriptas, y lo rápido del desenlace, crearon en el público argentino la sensación de que las islas habían caído sin combatir, y estos nombres sólo fueron cobrando su dimensión histórica con el paso del tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario