lunes, 18 de mayo de 2009

Ofensiva del Tet

Ofensiva del Tet



La ofensiva del Tet fue una operación militar planificada por el gobierno de Vietnam del Norte y ejecutado por el EVN y el Vietcong en 1968 contra las fuerzas aliadas lideradas por Estados Unidos, especialmente el ARNV, durante la guerra de Vietnam.La planificación de la ofensiva fue meticulosa y la ejecución bien realizada, pero los resultados militares resultaron desastrosos; no así las consecuencias políticas, especialmente en Estados Unidos, pues supuso un giro de la guerra hacia la derrota de la coalición.Objetivos La Ofensiva del Tet tiene un precedente en la Guerra de Indochina cuando el Viet Minh anunció con gran despliegue propagandístico que Ho Chi Minh estaría en Hanoi para celebrar el año nuevo lunar vietnamita (fiesta del Tet). Más de diez años después los preparativos fueron más discretos; en julio de 1967 Hanoi citó a sus diplomáticos para una reunión donde se decidiría esta ofensiva.Al mismo tiempo se entablaron contactos con el FLN para realizar las ofensivas conjuntamente.Las dos fuerzas deberían ejercer una presión tal sobre el ejército del Sur que se desmoronaría y la victoria, si no completa, estaría mucho más cerca.La campaña de distracción Para tener ocupadas a las tropas estadounidenses y vietnamitas y lograr una gran sorpresa Hanoi preparó tres grandes operaciones. Campaña diplomática ofreciendo nuevas propuestas de paz que desconcertaron al equipo del presidente Lyndon B. Johnson sobre lo que realmente estaban preparando. • Ataques con varias divisiones e incluso carros de combate contra las posiciones de las Fuerzas Especiales en Loc Ninh en las Tierras Altas Centrales. Esta posición era de gran importancia porque cortaba la Ruta Ho Chi Minh de camino hacia Saigón. Además, otros autores, añaden el Sitio de Khe Sanh como parte de la operación, para mantener distraídas a las fuerzas estadounidenses del objetivo principal. • La fecha para lanzar la operación fue escogida meticulosamente. En esos días muchos soldados del sur estarían de permiso. La CIA y otros servicios habían percibido algunos de estos síntomas y habían informado de ello; pero no fueron tenidos lo suficientemente en cuenta por incompletos.La ofensiva El 21 de enero comenzó el Sitio de Khe Sanh y los informes sobre preparativos de una gran ofensiva ya no se tuvieron en cuenta.Los ataques El 30 de enero varios soldados comunistas comenzaron a infiltrarse entre los campesinos de seis provincias distintas para después atacar edificios gubernamentales y cuarteles con armas portátiles y granadas de mortero. Se pusieron en alerta a todas las fuerzas estadounidenses y se pensaba hacer volver a las vietnamitas; pero por la noche la mayoría de los infiltrados habían caído o habían sido hechos prisioneros; por lo que se creyó que aquello no eran los preludios de la gran ofensiva anunciada por los servicios de inteligencia.La noche del 30 y el día 31, de repente, 84.000 combatientes reanudaron los ataques por todo el país. Al día siguiente, 1 de febrero, los comunistas ya estaban dentro de Saigón, habían atacado 36 de las 44 capitales de provincia, cinco de las seis ciudades autónomas y 64 de las 242 capitales de distrito. Durante los fuegos artificiales o poco después fueron atacados los principales cuarteles, la Junta de Jefes, la Emisora Nacional de Radio, el cuartel general de ARNV y varias embajadas. Pero una de la que más repercusiones ocasionó posteriormente fue el asalto a la Embajada de Estados Unidos por un comando de 19 vietcongs.La ciudad imperial de Vietnam, Hué, quedó totalmente en poder de los comunistas. Incluso en zonas consideradas seguras también fueron atacadas. Así la provincia costera al sur de Saigón fue tiroteada, el hospital acribillado y varias granadas impactaron junto al edificio.En el resto del país los guerrilleros se atrincheraban en las posiciones tomadas y aguardaban el contraataque con todas las armas a su alcance.La sorpresa fue casi total, pese a las sospechas fundadas que había. El ejército de Vietnam del Sur estaba sintiéndose desbordado; pero aún los oficiales incompetentes seguían fuera de sus puestos, sin dirigir las operaciones. No obstante, para los estadounidenses aquellos ataques constituían una oportunidad de descargar su inmensa potencia de fuego sobre un enemigo atrincherado en lugar oculto entre la maleza. Esta situación no estaban dispuestos a desaprovecharla.Los contraataques El ejército de Estados Unidos y el ARVN lanzaron contraataques generalizados con artillería, carros de combate y helicópteros incluida la propia capital.3 Todas las fuerzas disponibles fueron movilizadas y puestas a combatir para ir recuperando poco a poco el terreno perdido, empezando por la capital y continuando por las otras provincias, Hué fue de las últimas, pero finalmente también se reconquistó a un precio inmenso de destrucción.Los soldados regulares del Norte resistieron, pero más resistieron los guerrilleros del Vietcong que no fueron auxiliados ni reemplazados. En combates como éstos se forjó el legendario cuerpo de los Pijamas Negros, los miembros del Vietcong que vestían esta prenda tradicional vietnamita y que se encadenaban a los árboles, arrojaban lejos la llave y combatían con su fusil o subfusil sin posibilidades de retirada ni rendición.4Pese a todo, la inmensa potencia de fuego que podían desplegar los helicópteros estadounidenses y sus blindados hacía que casi cualquier posición fija tomada fuera indefendible, cosa que ya conocían los vietnamitas por batallas como la de Batalla del valle de Ia Drang o la Operación Starlight.Los combates resultaron muy duros y la destrucción que sufrieron las ciudades por el empleo de armas pesadas fue muy grande. El ejemplo más dramático lo constituyó la ciudad imperial de Hué, que quedó prácticamente arrasada. Pero, salvo casos como ése, en pocas horas, a lo más algunos días, la totalidad de lo perdido estaba recuperado.La Embajada de Estados Unidos se recuperó rápidamente porque el comando vietcong no logró ni siquiera cruzar el jardín. Las demás ciudades tardaron un poco más, quizá la última fue la de Hué, que ocuparon totalmente el 23 de febrero. A finales de marzo la actividad había decaído bastante.Las consecuencias Para los militares estadounidenses la victoria era completa, pues habían destruido casi totalmente al Vietcong y a las unidades infiltradas del EVN, unas 37.000 bajas confirmadas y quizá unas 50.000 calculadas por el Pentágono, aunque las de los aliados tampoco fueron desdeñables.El ejército del Sur resistió con fuerza la ofensiva y no se desmoronó. Tampoco el gobierno de Vietnam del Sur acusó especialmente la presión.Las fuerzas comunistas no fueron totalmente aniquiladas y en el verano de ese mismo año se habían reestructurado y pudieron lanzar otra ofensiva, llamada la del Mini Tet por su menor tamaño.Para el pueblo estadounidense la del Tet constituyó una derrota en toda regla. No sólo las optimistas afirmaciones de sus militares habían resultado totalmente equivocadas; sino que los comunistas podían entrar en cualquier lugar de Vietnam del Sur. Se había roto por completo la sensación de ir avanzando en la contienda y se había violado su territorio. Todo el esfuerzo de casi tres años de campaña se demostraba inútil. Para muchos más de los que lo pensaban a principios de año, Vietnam no era más que un matadero y había que ir pensando en abandonarlo. Intrigas e incógnitas En operaciones como esta se sabe muy poco de la postura vietnamita porque siempre han sido un libro cerrado. Si tuvieron o no varios motivos aparte del desgaste a las fuerzas de Vietnam del Sur y de Estados Unidos es algo que a principios del siglo XXI sigue ignorándose. Esto no debe extrañar en un régimen comunista como el de Hanoi; Stalin también prohibió realizar excavaciones en Stalingrado para no conocer el número de soldados soviéticos muertos allí, y el régimen de China mantuvo en secreto durante décadas los caídos durante la Larga Marcha. Siempre se ha considerado al general Vo Nguyen Giap un hombre cauto, buen estratega y que difícilmente caía dos veces en el mismo error. Por eso sorprende una ofensiva como la del Tet donde militarmente tenía todas las de perder. Detalle que él conocía perfectamente. Esto muestra, para algunos autores,2 que el general Giap, pese a ser cauto y paciente, también adolecía de impaciencia en determinadas ocasiones o de excesiva prisa por terminar la contienda. Un defecto que ya le llevó a sufrir numerosas bajas en Dien Bien Phu.Otros historiadores aducen que las intenciones de Giap con la Ofensiva del Tet realmente lo que pretendían era influir en la opinión pública estadounidense, cosa que logró con indiscutible éxito. Sin embargo, el propio General declaró que esta posibilidad no se tuvo en cuenta en la práctica y que el objetivo real era poner contra las cuerdas al gobierno del Sur mediante un fuerte desgaste. Existe otra teoría la cual postula como uno de los objetivos de esta ofensiva el “sacrificar” una fuerza aliada de Hanoi, pero con base en el Sur, difícil de manejar y, sobre todo, independiente del poder del Norte. Esto explicaría la razón por la que sus tropas tenían órdenes de atrincherarse en las posiciones recién tomadas a la espera de refuerzos, cuando sus actuaciones habituales consistía en atacar y desaparecer. Además se les mandaba resistir contra un enemigo con una potencia de fuego y una movilidad inmensamente superior a la suya, cosa que aprendieron con sangre en la Operación Starlight.Unido al postulado anterior o dentro del mismo, estaría un quinto objetivo: demostrar a los ciudadanos del Sur quién tenía el poder y quién daría las órdenes tras la futura reunificación. Esto explicaría los asesinatos selectivos realizados en Hué y otras ciudades, además de las fosas comunes encontradas.Pero resulta muy difícil saber si estos postulados son correctos o no sin tener acceso a las fuentes vietnamitas.


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